5 cosas que puedes hacer para reciclar tus peluches viejos.
Cada año son desechados millones de peluches viejos como si fuesen algo inservible, olvidándonos de cuán maravillosos momentos nos hicieron vivir durante nuestra infancia.
Puede que parezca algo melodramático lo que acabamos de mencionar, pero cada uno de esos “peluches gigantes” fueron increíbles compañeros de aventuras. Sirvieron de conejillo de indias para comenzar a descubrir el mundo que nos rodea, ayudándonos a ser más empáticos e intentando adoptar un rol más participativo en cada ámbito secular.
Bien sea porque fueron ese “paciente” durante un juego de imitación o dormían a nuestro lado, los peluches viejos no merecen un final tan deprimente dentro de un cubo de basura.
Y es que además del tema sentimental, también debemos ser conscientes que su desgaste físico puede conllevar a la emisión de elementos altamente contaminantes para el medio ambiente.
Por lo tanto, es muchísimo más factible que sean reutilizados por otros niños para su sano esparcimiento o realizar magnificas creaciones para embellecer tus espacios. ¿No sabes cómo hacerlo? ¡No te preocupes! Aquí tenemos la solución.
En este artículo vas a conocer diversas opciones para el reciclaje de peluches viejos y otras tantas para esos peluches que están guardados en el altillo, demostrándote que aún tienen muchísimo para dar.
¡Continúa leyendo!
1.- Regalárselos a quien más los necesita:
Existe un sinfín de ONG como Cáritas y Aldeas Infantiles que realizan jornadas para la recolección de juguetes, los cuales suelen ser donados a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad. Así que en vez de romperlos porque “están obsoletos”, dónalos a estas instituciones.
Ellos sabrán darle un uso bastante favorable, alegrándole la vida a quienes menos tienen. Del mismo modo, investiga en tu entorno más cercano para ver a quién puedes regalarle esos peluches viejos que “ya no te gustan”.
Es posible que a través de esta acción, le estés abriendo la puerta a un fantástico universo de fantasía. ¡NO SEAS EGOÍSTA!
2.- Confecciona mochilas:
Sí ves que tus peluches viejos están en un estado deplorable, conviértelos en mochilas para la cotidianidad. ¿Y cómo lo hago? ¡Sencillo! Buscas un tutorial por internet, coges todos los implementos necesarios y ¡MANOS A LA OBRA!
De esta forma, aprovecharás sus divisiones internas y demás elementos existentes (cremalleras, botones, etc) para dar vida a una hucha muy guay que tus peques querrán usar en todo momento.
Ahorrarás dinero, a la vez que evitas contribuir con la generación de más basura en los vertederos municipales. Asimismo, estarás adentrándote en la fascinante técnica de reciclaje de peluches, la cual puede ser el inicio de una nuevo hobbie en tus ratos libres.
¿No es increíble?
3.- Rellena tus cojines o almohadas:
Todos los peluches viejos y nuevos siempre contienen dentro de sí a un montón de felpa y algodón, el cual puedes extraer para rellenar esos cojines de la terraza que están algo desgastados de tanto uso o renovar las almohadas de tu dormitorio.
Sólo tienes que asegurarte de hacerlo con sumo cuidado, debido a que necesitarás hacer uso de tijeras para esta tarea. Herramientas corto-punzantes que podrían hacerte vivir un doloroso incidente por no tener el cuidado necesario.
4.- Guárdalos para las nuevas generaciones:
¿Melancólicos? ¡Un poco! Es que los peluches viejos representan una época que jamás volverá, haciéndonos recordar esas tardes que pasábamos en casa de los abuelos con su compañía o cuando estaban contigo durante esos viajes largos por vacaciones de verano.
Además, muchos modelos de los existentes en el mercado tienen un carácter atemporal que les mantiene vigentes de por vida. Es decir, jamás pasarán de moda por más avances e innovaciones tecnológicas que puedan surgir para el entretenimiento de los más pequeños.
Por lo tanto, guárdalos para que los disfruten tus hijos o nietos como lo hiciste tú en su momento es una estupenda opción.
5.- Arma un zoológico con peluches viejos:
Pídele a tu pareja que coja todos esos peluches viejos que no están usando tus hijos y arme un zoológico en algún espacio de la casa. Tus hijos quedarán maravillados con esta nueva zona, donde no solo aprenderán un montón de cosas nuevas sino también comprenderán el verdadero valor de las cosas materiales.
Y no es avaricia. Solo buscamos enseñarles a que aprecien todo lo que tienen en su entorno y sepan sacarle provecho para su propio bienestar.
¿Te das cuenta? No hay necesidad de tirar esos peluches viejos que tienes en casa. Hacerlo sería como arrojar un fajo de billetes al triturador, desperdiciando eso que tanto esfuerzo te costó obtener.
A través del reciclaje de peluches puedes darle una vida a estos juguetes, enseñándoles a tus hijos sobre la importancia de sacarle máximo beneficio a cada recurso existente. Sí te gustó este artículo, compártelo en tus RRRSS.
Así logramos que más peluches viejos puedan hacerle felices a tantos niños con sueños e ilusiones.