5 cosas que debes hacer para evitar castigar a tus hijos.
Castigar a los niños es un recurso extremo que solemos utilizar en ocasiones especiales, cuando sus hechos son bastante graves e inciden negativamente en el entorno. Sin embargo, reprenderlos físicamente como se hacía hace 30-40 años no es la solución ni un mecanismo idóneo para “corregir esas malas actitudes”.
Lo único que conseguirás con ello es transmitirles sentimientos negativos a tus hijos, creándoles un rocambolesco resentimiento que acabarán sacando a relucir en el mundo exterior. Esto es algo que lastimosamente vemos con frecuencia en los colegios, donde los alumnos más agresivos son esos que suelen ser castigados severamente por sus padres.
Sabemos que no es fácil cambiar esta cultura de castigar a los niños, debido a que crecimos con esa mentalidad de “poner a los críos en su sitio con un cachete”. Y aunque puede haber funcionado con muchos de nosotros, también es importante señalar cuan grave ha sido el daño psicológico que nos ha causado y cómo afecta esto en nuestro desarrollo psicológico como adultos.
Ante esta situación, Crochetts siempre apostará por una educación con amor. El siguiente contenido busca enseñarte cuáles son esas cosas que debes hacer para evitar castigar a los niños de la casa, formándolos sabiamente para que sean ciudadanos objetivos e íntegros.
¿Quieres saber más al respecto? ¡Adelante!
1.- Conversa con ellos:
La mejor educación que se le puede brindar a un niño es a través de la comunicación dinámica e interactiva con sus padres, escuchándoles detenidamente para saber cómo se sienten y cuáles son esas situaciones que les conllevan a saltarse todas las normas de lo políticamente correcto.
De esta forma, sabrás cómo orientarles para que puedan superar dichas dificultades e impedir su concurrencia en acciones tan nocivas como peligrosas a su integridad. Por otro lado, conversar con tus niños sobre lo bueno y lo malo es vital para informarles sobre aquello que NO deben hacer por los riesgos que tales actividades implican.
2.- Ponles límites:
¡Sí dices NO ES NO! Una de las primeras cosas que debes hacer para evitar castigar a los niños es fijarles límites en casa, inculcándoles la necesidad de establecer normas para la sana convivencia. De este modo, sabrán que las cosas no siempre deben ser como ellos dicen.
Sí hay algo que les gusta hacer o decir pero no es correcto, corrígelos en el momento e insísteles en no volver a caer en ello.
3.- Enséñales el verdadero valor de las cosas:
“Gasté 1.000 EUR en esa consola que acabas de romper… ¡¿CÓMO HAS PODIDO HACERLO, NIÑO MALCRIADO!? ¡PUM, PUM!”. Otro de los motivos por los que suelen castigar a los niños es porque no saben valorar todo lo que tienen, demostrándote cuan poco les importa dañar lo que tanto esfuerzo costó adquirir.
Dicha conducta es propicia para que el pequeño se convierta en alguien caprichoso, quien ignora en lo más mínimo a todo lo que hacen sus padres para brindarle máxima comodidad y conseguir que alcancen el éxito que ellos no tuvieron. Sí quieres evitar castigarles por esto, enséñales el verdadero valor de las cosas y lo afortunados que son por tenerlas.
¿Y cómo lo hago? ¡Muy sencillo! Crea programas domésticos de recompensas por puntajes, indicándoles en qué deben colaborar o cómo deben comportarse para obtener puntos válidos para ver la televisión, jugar un ratito a la consola, comprar ese video juego que quieren,… Así entenderán que nada en la vida es GRATIS.
4.- Bríndales nuevas oportunidades:
Todos nos equivocamos alguna vez e incluso de forma consciente, olvidándonos por momentos por momentos de esas indicaciones dadas con anterioridad para no volver a cometer errores. Los niños no son la excepción, porque están en una etapa de crecimiento y exploración.
Ellos aún no gozan de la experiencia suficiente como para asimilar ciertos temas y saltarse episodios rocambolescos, los cuales puedan marcarles de por vida. En este caso, bríndales nuevas oportunidades constantemente y muéstrales todo lo que se puede aprender con los errores cometidos anteriormente. Enséñales que cometer errores no está mal, al revés es la oportunidad perfecta para aprender y mejorar.
De esta forma, les darás una lección que permanecerá grabada en sus memorias y se sentirán satisfechos al madurar por sus propios medios.
5.- Relájate antes de accionar:
¡CALMATE!, cuenta hasta 5, 10 o 20, el tiempo que tú necesites. No te vayas de buenas a primeras a castigar a tus hijos. Sabemos que castigar a los niños es lo ideal al ver qué han tenido un comportamiento inadmisible u ocasionaron algún daño considerable con sus acciones. No obstante, relájate y piensa en frío antes de hacer algo que vaya a resultarte doloroso.
Sí, doloroso porque no soportamos ver cómo nuestros peques lloran por un castigo. Por lo tanto, analiza bien la situación para que puedas actuar salomónicamente y consigas una solución al problema ocasionado sin afectar a nadie.
¿Te das cuenta? Castigar a los niños, es el camino rápido y sencillo, pero no siempre es la mejor opción para educarlos y hacerles entrar en razón. Sí tienes hijos que suelen sacarte de tus casillas con frecuencia, aplícales estas estrategias y verás lo efectivas que pueden llegar a ser.
No solo razonarán a través de la reflexión de sus hechos, sino comenzarán a verte como alguien en quien confiar y esa persona que no descansa hasta verlos convertidos en adultos de éxito.
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